UN POQUITO DE HISTORIA MACARENA

"La Barbería". Con éste apelativo cariñoso se le conocía al misterio de la Sentencia de la hermandad de la Macarena. La fotografía se sitúa a principios del siglo XX, la hermandad radicaba en la iglesia de San Gil. El Señor que apenas puede distinguirse al estar detrás del romano, es la única de las figuras que se mantienen en la actualidad, el resto serían reformadas por Pizarro en 1898 y luego sustituídas en 1929 por las de Castillo Lastrucci. El Señor va como hoy día va el misterio de Jesús ante Anás, de cara a Pilatos y no como procesiona hoy. En éste sentido, pueden encontrarse también fotografías, ya de finales del siglo XIX en lo que aparece el Señor de cara al pueblo. El paso fue realizado por Hernández Couquet en 1859.

La Virgen Macarena hacia 1880. El paso de palio dispone de una cornisa de plata y unas caídas con incrustaciones de dicho metal, obra de Isaura. Obsérvese la sobriedad del paso que sería espectacularmente cambiado con la llegada del genial bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El palio que vemos en la fotografía se encuentra hoy en la localidad onubense de Aracena en las dependencias de la hermandad del Mayor Dolor. El palio fue sustituído en 1891 por otro que diseñara Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El que vemos en la fotografía pasó a ser propiedad de la Virgen de las Angustias.

No hay que dejar de apreciar el detalle de los candelabros en la delantera del paso a modo de candelería.




De cuando la Macarena entró en el Hospital de las Cinco Llagas
En ésta espléndida fotografía del maestro Serrano, podemos ver a la Virgen Macarena entrando en el templo del Hospital de las Cinco Llagas. Como quiera que la parroquia de San Gil quedó incendiada en 1936, la hermandad salió, desde 1937 hasta 1941 desde la iglesia de la Anunciación y se recogía en el Hospital. La foto corresponde al 15 de abril de 1938. En 1942 entraría de nuevo en San Gil.

CUENTA LA LEYENDA MACARENA....................

Cuenta la leyenda, que un antiguo prioste de la Hermandad de la Macarena que residía en la basílica contaba a los monaguillos la siguiente historia.

Era la madrugada de un 18 de diciembre lluvioso donde se había montado el tradicional besamano del día de la Esperanza en la basílica de la Macarena.
El prioste rendido, iba a su pequeña habitación, con una cama, armarios, estanterías donde se hallaban centenares libros de la hermandad y un cuadro que rompía de hermosura en el perfil de la Señora de San Gil, el agua caía ahora aún mas fuerte.

A la hora del cantar el gallo saltó las alarmas de la basílica el prioste vio que faltaba su singular y único cuadro aprisa corriendo bajaba y abría cada puerta, extrañado, porque ninguna estaba forzada fue a la cámara principal donde se encuentra los titulares de la hermandad pero, allí faltaba algo, faltaba la Macarena.

Aquel hombre con cara desencaja se hecho a llorar desconsolado por la pérdida de su bendita madre y de la ciudad. No era posible el altar de besamano impoluto, con el manto y la corona. ¿Cómo le podía haber pasado a él?

Al caer su primera lágrima, llamaron a la puerta principal del templo, el hombre muy preocupado se acercó, era una muchacha con un chubasquero, cubierta por la capucha y llevaba consigo un cuadro, ella respondió a un hombre pálido al reconocerla:
Soy la dueña de este hogar, que vuelve a casa y no se te olvide que a la puerta siempre llamará la Esperanza.

Entregándole Ella el cuadro, el todas las mañanas se despertaba y la Esperanza en su altar lo esperaba.